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12 | 2025
Comentado por: Carlos Lahoz
Paul M Ridker, M. Vinayaga Moorthy, Nancy R. Cook, Nader Rifai, I‑Min Lee, Julie E. Buring. N Engl J Med. 2024;39:2087-2097. doi: 10.1056/NEJMoa2405182
Enlace al artículo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39216091/
Antecedentes. La proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCR), el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los niveles de lipoproteína(a) contribuyen a las predicciones de riesgo cardiovascular a 5 y 10 años y representan vías distintas para la intervención farmacológica. Se necesita más información sobre la utilidad de estos biomarcadores para predecir el riesgo cardiovascular a largo plazo en mujeres, ya que la intervención temprana representa un método importante de reducción de riesgos.
Métodos. Medimos al inicio los niveles de PCR de alta sensibilidad, colesterol LDL y lipoproteína(a) en 27,939 mujeres inicialmente sanas de EE. UU. que fueron seguidas durante 30 años. El criterio de valoración principal fue un primer evento cardiovascular adverso mayor, que estaba compuesto de infarto de miocardio, revascularización coronaria, accidente cerebrovascular o muerte por causas cardiovasculares. Calculamos las razones de riesgo ajustadas y los intervalos de confianza del 95% en los quintiles de cada biomarcador, junto con curvas de incidencia acumulativa a 30 años ajustadas por edad y riesgos competitivos.
Resultados. La edad media de las participantes al inicio fue de 54.7 años. Durante el seguimiento de 30 años, ocurrieron 3.662 primeros eventos cardiovasculares mayores. Los quintiles de niveles basales crecientes de PCR de alta sensibilidad, colesterol LDL y lipoproteína(a) predijeron riesgos a los 30 años. Las razones de riesgo ajustadas para la variable de valoración principal comparando el quintil superior con el inferior fueron 1.70 (IC del 95%, 1.52 a 1.90) para PCR de alta sensibilidad, 1.36 (IC del 95%, 1.23 a 1.52) para colesterol LDL y 1.33 (IC del 95%, 1.21 a 1.47) para lipoproteína(a). Los hallazgos para la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular fueron consistentes con los de la variable de resultado primaria. Cada biomarcador mostró una contribución independientes al riesgo general. La mayor dispersión del riesgo se obtuvo en modelos que incorporaron los tres biomarcadores.
Conclusiones. Una medida combinada única de los niveles de PCR de alta sensibilidad, colesterol LDL y lipoproteína(a) entre mujeres inicialmente sanas de EE. UU. fue predictiva de eventos cardiovasculares incidentes durante un período de 30 años. Estos datos apoyan los esfuerzos para extender las estrategias de prevención primaria de eventos ateroscleróticos más allá de las estimaciones tradicionales de riesgo a 10 años.
Uno de los principales retos del médico ante un paciente concreto es intentar predecir el riesgo que tiene de sufrir futuros eventos cardiovasculares basándose en datos de la historia clínica y en pruebas complementarias. De esta manera podrá modular la intensidad de la intervención. Las escalas de riesgo facilitan la tarea, pero su valor predictivo es limitado. Para intentar mejorarlo han ido apareciendo escalas de riesgo específicas para diferentes enfermedades, como diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad cardiovascular, etc. aumentando la complejidad para el clínico.
En este artículo utilizan la combinación de una sola determinación de 3 biomarcadores, la proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCR), el colesterol-LDL y la lipoproteína(a), consiguiendo una predicción robusta del riesgo cardiovascular a 30 años en mujeres, superando las estimaciones tradicionales de riesgo a 10 años. Cada biomarcador aporta información adicional y complementaria, lo que permite una estratificación de riesgo más precisa. Además, la correlación entre los 3 biomarcadores fue mínima.
La PCR es un buen biomarcador de inflamación con una importante variabilidad a lo largo del tiempo, de ahí que algunos médicos no la utilicen como herramienta para predecir el riesgo. Sin embargo, en este estudio muestra una gran capacidad predictiva a largo plazo, similar a la del colesterol-LDL.
La intervención sobre estos 3 biomarcadores puede ser clave en la prevención cardiovascular. El descenso del cLDL, factor etiológico de la arteriosclerosis, es una de nuestras principales herramienta en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Pero por si solo no es suficiente. En este estudio, a pesar de que la mitad de las participantes estaban recibiendo estatinas seguían ocurriendo nuevos eventos, por lo que necesitamos intervenciones adicionales. Algunos fármacos antiinflamatorios han demostrado su eficacia en la prevención cardiovascular, si bien con un aumento de los eventos adversos, salvo la colchicina aprobada por la FDA en prevención secundaria y en pacientes de alto riesgo. Respecto a la Lp(a), cuya concentración está determinada genéticamente y su concentración se mantiene constante a lo largo de la vida, ya existen varios fármacos en fase experimental que producen reducciones muy importantes de su concentración y con los que podremos contar en un futuro cercano. Solo con intervenciones simultáneas sobre diferentes mecanismos biológicos de la arteriosclerosis se conseguirá un significativo descenso en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.
He elegido este artículo porque nos muestra como con una sola determinación de tres sencillos biomarcadores y utilizándolos de forma combinada, conseguimos un gran poder predictivo a muy largo plazo. Además, su determinación nos puede guiar para una intervención sobre diferentes mecanismos patogénicos de la enfermedad cardiovascular.